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Las 10 habilidades que un planner debe tener. Por Carolina Mejía.
Carolina Mejía, CSO Grupo MullenLowe.
Uno de los mayores retos que enfrenta un líder de un área es armar su equipo. Por un lado, se busca diversidad de puntos de vista e historias de vida, pero a su vez, debe haber una sincronía con los valores y la cultura de la agencia para que el talento efectivamente prospere. Es una mezcla de hechos y química.

En este camino que he recorrido para aprender a contratar personas, el cual incluye consejos de colegas, libros y consultores, he visto que lo mejor es tener claro lo que busco en una persona, no solo para que haga parte de mi equipo, si no también para guiarlo en su proceso de crecimiento y formación profesional.
A continuación, les resumo los aspectos que yo busco en un planner y que considero que son indispensables para nuestra labor.
Formación constante y proactividad
Un planner tiene que tener una curiosidad innata, un interés por aprender e informarse de distintos temas, de nuevas metodologías. Me gustan los planners que traen nuevas formas de aproximarse a un brief, y que buscan profundizar en la teoría del marketing y del branding por iniciativa propia. No se trata solo de aprender de los temas que llegan con los briefs, sino de buscar activamente ampliar su banco de conocimientos: estar haciendo cursos, comprando libros y siguiendo referentes de pensamiento estratégico. Así mismo, la proactividad no se puede limitar a su formación, sino a la búsqueda constante de oportunidades para las marcas, las cuales surgen de esa permanente exploración.
Pensamiento estructurado y fundamentado
Nuestro proceso de reclutamiento siempre incluye un caso. A través de éste, me puedo dar cuenta que tan ordenada es la mente de la persona. Si hila las ideas de forma consecuente y si se aproxima a un problema de una forma estructurada. Por su puesto, tener una buena estructura depende de una capacidad de investigación, de lograr sustentar sus ideas con distintas fuentes y distintos tipos de data. Un buen planner tiene que tener bases en investigación que le permitan entender cuándo necesita qué tipo de data para respaldar sus propuestas.

Pensamiento creativo
Lo que diferencia un planner es la posibilidad de tener estructura y creatividad. De mirar desde nuevos ángulos los problemas y la data, y de imprimir magia e inspiración a sus palabras. Un planner no es solo el “ñoño” de la agencia, es esa persona que también le apasionan las grandes ideas y que defiende la creatividad. Es capaz de sintetizar información, pero siempre desde una perspectiva que sorprenda y cautive.
Liderazgo
Siempre he dicho que creo que en las reuniones, un planner es el que debe pararse con el marcador y organizar la discusión. Debe poder destrabar las conversaciones y aportar ejercicios o metodologías que organicen el pensamiento. Su liderazgo es uno que busca direccionar las ideas y los distintos saberes de un equipo hacia el lugar correcto.
Capacidad de enseñar
El pensamiento estratégico no es propiedad de un departamento. Es una forma de aproximarse a los problemas que se debe contagiar en toda la agencia y por eso, es indispensable que a los planners les guste enseñar, con humildad y con el propósito de elevar el nivel de discusión estratégica de un equipo.
Trabajo en equipo
Una agencia es una intrincada red de aportes de saberes y oficios. Aquel que no le guste el trabajo en equipo no puede estar en una agencia. El viaje de una idea se va nutriendo de todos los aportes que va recorriendo en el camino, al punto en que a veces es difícil establecer claramente a quién pertenece. Trabajar en equipo significa hacer equipo. Es colaborarse, es “no dejarse morir” y hacer todo para que las buenas ideas salgan.
Comunicación efectiva
Poder comunicarse efectivamente tanto oral como por escrito es fundamental en un planner. Debe saber poner sus ideas en papel y luego pararse a presentar de forma asertiva, sin titubear, sin muletillas y sin intimidarse frente a los grandes cargos de los clientes o de la agencia.
Storytelling
Hilar la historia estratégica es uno de los mayores retos del planning. Poder condensar las ideas más importantes, con las cifras más relevantes en una narrativa lógica pero cautivadora es un desafío diario. Sin embargo, aquellos que no se rinden y que buscan constantemente mejorar este arte, son los que mejores planners se vuelven.
Organización y manejo del tiempo
Estar en la parte inicial del proceso de un brief implica que debemos ser organizados con el tiempo. Poder hacer rápidamente nuestro trabajo para dar paso a otros, implica tener disciplina en las entregas sin la necesidad de tener a alguien detrás recordándolas.

Servicio al cliente
El servicio al cliente es un arte y una vocación en la que cuentas siempre será sobresaliente. Sin embargo, un buen planner debe poder escuchar a su cliente, atenderlo amablemente y darle esas certezas que buscan de nosotros. El poder fortalecer los vínculos con los clientes son cosas que, sin duda, ayudan a su desarrollo profesional.
Creo que un planner que busque activamente mejorar en estas áreas tiene todas las herramientas para seguir creciendo a lo largo de su carrera. Lo más importante es que sea consciente que el desarrollo profesional no ocurre de la noche a la mañana, y que no es algo que “nos pasa”. Es algo que perseguimos y moldeamos con las decisiones que tomamos todos los días en nuestra carrera, con las oportunidades que aprovechamos o dejamos pasar, con los contenidos que consumimos y los grupos a los que pertenecemos.
Los invito a que de la misma forma que todos los días trabajamos por construir marcas para otros, también le dediquen tiempo y actos intencionales a construir su nombre, sus habilidades y sus saberes. Porque al final de eso que somos, depende la huella que dejamos en lo que hacemos.

CSO Grupo MullenLowe
Carolina es licenciada en psicología y es CSO en MullenLowe SSP3, donde se desempeña desde hace más de ocho años.